¿Qué tipo de información no debemos publicar en las redes sociales?

Muchas veces compartimos demasiados detalles de nuestro día a día en las redes sociales.

Incluso hay determinada información que debemos proporcionar de manera obligatoria si queremos hacer uso de ella como son es el correo electrónico, número de teléfono o fecha de cumpleaños para confirmar nuestra identidad y/o mayoría de edad.

Esto no debería preocuparnos, siempre y cuando estos datos no sean visibles por terceras personas, ¿verdad?

Por otro lado, en ocasiones publicamos contenidos que nos parecen inofensivos, pero no somos conscientes del grado de exposición al que nos sometemos, ni las consecuencias que pueden tener en nuestras vidas.

Ejemplos de información que no deberíamos hacer pública en la Red:

Fecha de nacimiento completa.

Aunque pueda ser necesaria a la hora de crearnos un perfil, eso no quiere decir que tenga que ser visible para nuestros contactos.

Es una pieza clave para el robo de nuestra identidad o para extorsionarnos.

Ubicación actual.

Publicar nuestra ubicación puede ser peligroso, ya que estamos informando de cuando dejamos nuestra casa deshabitada o nuestras rutinas diarias, como, por ejemplo, el tiempo que pasamos en el trabajo o en el gimnasio.

Domicilio.

Igualmente dejar nuestro domicilio a la vista de todos puede facilitar el robo de nuestra casa o la suplantación de nuestra identidad.

Número de móvil o correo electrónico.

Este tipo de datos, si acaba en malas manos, puede dar mucha información a terceras personas que busquen realizar algún tipo de ataque por medio de ingeniería social.

Por ejemplo, bombardeando nuestro e-mail con correos con spam o phishing con el que sustraer nuestros datos bancarios.

¿Cómo nos puede afectar negativamente una publicación en las RRSS?

Generar contenido y compartirlo entre los usuarios es el objetivo principal de una red social.

Sin embargo, tenemos que tener claro que cuando publicamos algo en las redes sociales, dejamos de tener control sobre esa información.

Existen cierto tipo de publicaciones que pueden afectarnos negativamente y que además no forman parte del propósito real de una red social.

Hablamos, por ejemplo, de:

Publicaciones ofensivas o comentarios negativos:

Aunque nos encontremos al otro lado de la pantalla, esto no significa que nuestras acciones no tengan consecuencias.

Insultar o amenazar a través de las redes puede ser delito y realizar publicaciones ofensivas puede volverse en nuestra contra en el ámbito personal y profesional.

Ciberacoso:

Burlas, humillaciones, insultos, difusión de mentiras y rumores, etc.

Denuncia si eres testigo o víctima de ciberacoso ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o a las propias redes sociales.

Quejas laborales:

Muchas empresas revisan las redes sociales de sus trabajadores con el objetivo de evitar que compartan contenido inapropiado o que perjudique a la reputación de la empresa.

¿Qué pasa si lo que publicas no les gusta?

Fotos inapropiadas:

Si subes una fotografía a una red social, pierdes el control sobre ella.

Además, fotografías “comprometedoras” pueden llegar a manos de terceras personas que las utilicen para chantajearte, extorsionarte o perjudicarte.

Lo mismo sucede con los vídeos.

Propagación de noticias falsas o “fake news”:

No te creas todo lo que ves en las redes sociales o Internet.

Antes de publicar una noticia, comprueba sus fuentes y haz una búsqueda rápida por la Red para asegurarte de que no está etiquetada como “fake new”.

Compartir bulos o estafas puede afectar negativamente a tu reputación en la Red.

Respetando la propiedad intelectual de los contenidos que compartimos

Como hemos comentado, las redes sociales ponen a nuestra disposición la opción de compartir contenidos de todo tipo con nuestros contactos, pero hay que prestar mucha atención a aquello que publicamos bajo nuestro nombre.

Reconocer la propiedad intelectual de los contenidos que compartimos es fundamental, así como prestar atención a las normas y regulaciones del contenido para no cometer ninguna ilegalidad.

Por otro lado, existen un conjunto de licencias de derechos de autor que permiten copiar, distribuir, editar e incluso desarrollar contenido, siempre dentro de los límites de la propiedad intelectual.

A este conjunto de licencias se les conoce como “Creative Commons” (CC).

¡Infórmate sobre ellas!

Gracias a un buscador, se puede encontrar contenido que puede ser copiado, distribuido, editado y hasta modificado, estando siempre dentro de los límites de propiedad intelectual.

¿Sabemos qué información almacenan sobre nosotros las redes sociales?

Aprender a gestionar nuestra privacidad es indispensable para un uso seguro de las redes sociales, pero también es importante conocer los derechos y deberes de las empresas que hacen uso de nuestros datos.

¿Te ha llegado la notificación de Facebook, Twitter, LinkedIn u otra app sobre las políticas de privacidad?

Estas notificaciones forman parte de uno de los requisitos que afectan directamente a la relación entre protección de datos y redes sociales: el deber de informar a los usuarios de los cambios y novedades que introduce el  reglamento europeo.

Y es que es importante saber que la mayoría de las redes sociales almacenan datos nuestros con un propósito determinado, como por ejemplo, analizar nuestros hábitos e intereses para recomendarnos contactos compatibles.

¿Dónde encontrar esta información?

En las condiciones y términos del servicio, así como en la sección de políticas de privacidad.

¡No dejes de leerlas!